Hemos tenido una auténtica "Ladies Night", primero nos fuimos al teatro a ver Mamma Mía, mi amiga Cy, su madre, mi madre y yo, era mi regalo para mi madre y lo hicimos tan bien que no desconfió en ningún momento de lo que estaba yo tramando. El espectáculo estuvo genial y disfruté viendo a mi madre tan contenta, no sé imaginaba que un día duro de trabajo acabaría así. Después nos perdimos en la noche Madrileña y fuimos a cenar al Friday's con Jazz en directo y sentadas nada menos que al lado la Barbie Geriatrica y trasnochada. ¿ Quién va a ser? Pues la Obregón, como no...
Casi no la miré pues iba como siempre vestida de quinceañera, embutida en un microvestido de cuadros escocéses y con un pedazo maromo que se te caen las bragas, no le echo mas de treinta; también iban dos tíos más para disimular pero eran feos. No es por nada, pero seguro que ella los contrata pues parece de plástico y su cara no niega su edad, ni sus manos tampoco.
Cynthia y yo discutiamos e intentabamos averiguar la procedencia de dicho yogurzito, yo decía que parecía nórdico y ella inglés, al final creo que era andaluz pues se dispidió del camarero con un acento familiar y pagó con una Visa de un banco español. A todo esto nuestras respectivas madres ya iban por el segundo "cubo" de Margarita XXL y ya decían cosas raras, cosas de productoras de publicidad... mientras Cy nos reveló sus intenciones de cantar en el metro, está fascinada con la idea esa, el camarero ligón le pidió al grupo que nos dedicara una canción:
Tristeza nao tem fim
Felicidade sim...
Era como el anuncio de que nuestra "Ladies Night" llegaba a su fin.
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