11/6/13

La doble pletina.


En el siglo pasado, cuando no existía Internet, ni MP3, ni Discman, Minidisc, ni iPod ni nada que empezara por “I”, la gente era feliz sin esas maravillas del mundo moderno y lo más común era grabar una cinta de casete para impresionar al personal o para conquistar aquél chico/a que tanto te gustaba.
Esa pequeña caja plástica con esa bobina era mágica y el que no tuviera un equipo o un amigo con doble pletina no era nadie.
Como os digo, esa pequeña caja de plástico era fantástica para las conquistas.
Grabar una cinta casete, para despertar sentimientos en otras personas, crear ambientes musicales no era nada fácil, porque era necesario elegir la canción correcta para el momento adecuado, la secuencia era muy importante, el tiempo, te tenía que caber en una 30, 60, 90, 100 y 120 minutos, (sin cortes) y con las diferentes calidades: metal, cromo, ferro cromo y ferro,  sin cortar ninguna canción , por otro lado y no menos importante era  el momento que regalabas la cinta, porque en mi caso,  por ejemplo, yo cuidaba también el aspecto exterior de la cinta, primero la marca, nada de cintas marca Nisu padre, eso era un certificado de durabilidad y que no se iba a enrollar en la primera escucha; después la cuidada letra con la que escribía el titulo de las canciones y por la parte exterior siempre titulaba la cinta o ponía algún mensaje personal, regalar una cinta era un acto de cariño, querías que supieran que le importas. ¡ Eso era lo más romántico que te podías echar a la cara ¡ o ¿No?
Tachados de mi lista los que no les gustasen mis cintas que con tanto cariño les había dedicado.
A mi chico le preparaba cintas con una cuidada selección de canciones, en nuestra etapa de relación a distancia, esa conexión Londres-Málaga-Madrid, esas playlists (antes lista de canciones) que le ponían a puntito de caramelo para los reencuentros. Si, una BSO en una relación es muy importante y yo en eso soy una experta.
Luego estaban las cintas en las que grababas tu voz, un mensaje o simplemente chorradas que ocurrían hablando con amigos y demás, qué pena no conservar las famosas cintas de “varar a noite” que tenía grabadas con mis amigas de infancia, en alguna de ellas me ponía a cantar arias de óperas sin ton ni son, y me sentía muy bien cuando las escuchaba, porque yo creía que iba para Soprano, vamos, ahora no canto ni en la ducha el pladur no es muy acústico, pero cuerpo soprano si que tengo, en algo no estaba equivocada mi genética. También estaban esas cintas que grababas de la radio con los hits del momento y con el dedo en el Pause o Rec a punto del mini-infarto y rezando para que el locutor no te pisase la canción, esos inícios de la piratería…¿ A que no se quejaban los músicos en esa época ?
Hoy en los tiempos de los Ipods, Iphones, Grooveshark, LastFm, Spotify, Itunes y un largo etc, el soporte ya no es tan romántico pero el fin es el mismo, es pensar en otra persona y elegir una serie de canciones que crees que le gustarán y le transmitirán algo, porque las canciones son mucho más cosas que conjuntos de palabras que riman o no, melodías, blancas, negras, es mucho más que un estribillo pegadizo, como decía Platón: "La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo."
Los vinilos han vuelto, ¿Volverán las casetes y su romanticismo?


2 comentarios:

Ros dijo...

nena, los modernos ahora en los crowdfundings ofrecen cassettes!!!! pueden volver pero esa moda a mi no me va a coger, nunca grabé, era de las que esperaba que me las grabasen :).

Has vuelto1!!!! oeoeoeoeoeoe!!!!!

Ipodificada dijo...

¡He vuelto como los ojos de Guadiana! Vamos a ver cuanto dura :)

Gracias por seguir ahí, eres lo más constante que conozco y eres la leche!