
Aquí estoy.
Esto es un mensaje a todos los que me dieron por muerta durante este periodo festivo, todavía sigo viva,
jodida pero viva. Todo empezó como siempre sin querer, lo vas dejando, lo vas dejando y cuando te das cuenta es demasiado tarde, se enciende el piloto rojo y entras en
DEF 8, tu organismo empieza a deteriorarse de tal manera y a tal velocidad que te planteas la posibilidad de morir de un momento a otro, así, de repente, como si de un futbolista
treintañero se tratase. Mi casa se transforma en el escenario de la película Estallido, y todos los que su suelo pisan salen contaminados por ese extraño virus que parece atacarme.
Todo empezó el día 26 de diciembre cuando ya había terminado mi trabajo, estaba recogiendo todo para marcharme a casa, me agacho a recoger unas monedas y
CRACKKKK,
uff, cómo ha sonado, creo que no podré levantarme... efectivamente, no pude levantarme, mi rodilla izquierda se
fue para un lado y mi pierna para otro, ¿ Y qué hago? ¡No puedo andar! No había forma de poder andar para pedir ayuda, así que decidí llorar y esperar que alguien me echase de menos. Pasaron 20
min y nadie se acercó a la oficina, nadie entró en el almacén, nadie me echó de menos, así que con la poca cobertura que hay en la oficina
conseguí llamar a mi trabajo, si, estaba llamando a mi misma con la intención que alguien descolgara el teléfono. En el primer intento nada, seguramente mis compañeros piensan que ya contestaré yo que estoy en la
ofi. Le llamo al móvil de dos de ellos y nada, vuelvo a llamar y esta vez si me contestan.
-
Oie, ¿ pero no te has ido ?
- No, alguien puede venir a la oficina a rescatarme.
- ¿Estás de broma? que hoy es 26 no 28. ¿ De dónde llamas?
- NO PUEDO
ANDAAAR, no es broma. (Hasta que no lloré no se dieron cuenta que iba en serio)
Viene mi madre corriendo y después de ayudarme a sentarme en la silla, le pido hielo, y lo primero que se le ocurre es decirme que eso me pasa porque estoy GORDA, y que me paga un endocrino para que me arregle pero que no me quiere ver así, etc, una inyección para la moral que te cagas. Claro, después de que te digan todo eso a quema ropa, no se me ocurre otra cosa que llorar de rabia hasta llegar al hospital. Nadie podía acercarme, llamé a mi
pack marido y niño para que viniera a buscarme y dejarme como un regalo en el hospital, después de una hora de resonancias,
RX y exploraciones, me ponen la rodilla en su sitio, escayola desde los tobillos hasta las cejas, me regalan un par de muletas y para casa.
- Venga, no bailes mucho en
Noche vieja, eh!! ( Qué cachondo el
Dr. hijo.... que me ha hecho daño)
- Eh, ¿¿no
prentenderás que me vaya en bragas a casa?? Ya me estás descosiendo los pantalones para que me los ponga. Porque con la escayola no entran.
- Vale, qué hace frío, sino...sino te ibas tal cual, qué esto no es la
Retoucherie de Manuela y si quiero te rompo los pantalones.
- Bueno, si quieres los rompes que son de H&M, ya me compraré otros.
Al final, la versión argentina del
Dr.
House accedió y me descosió con gran habilidad los pantalones, con un bisturí no tardó nada.
Mi hermana D. me busca en el hospital y me lleva a casa. Desde ese día soy parte integrante del sofá de mi casa.
En ese sofá empiezo a encontrarme cada vez peor, ahora saco partido a tener una
Chaise Longue, la pierna me pesa horrores y me duele todo, no solo la rodilla, empiezo a
notarme cada vez más débil, sólo quiero dormir. Y me preocupa el trabajo, la casa, la cena de
nochevieja, muchas cosas para
no hacer.
Empiezo a temblar, no hay nada que me haga entrar en calor, todo me da vueltas, me retumban las voces del televisor en la cabeza, 39, 40, 41, 41,5 de fiebre.
Tengo pesadillas o delirios, vete tu a saber.
Cada tres o
cuanto horas, lo mismo,
subidón,
subidón,
subidón... luego sudores, pijama empapado de sudor. No puedo pegarme una ducha por la escayola, me siento asquerosa.
El radio de contaminación empieza a extenderse, ha caído mi hermana D. la que tuvo contacto con la cepa original el en traslado hospital - casa , mi madre también empieza con síntomas, pero puede haber sido por otros medios de contaminación, mi niño empieza con síntomas y mi marido también. Todos se recuperan menos yo, ya que al ser alérgica a los antibióticos es una tarea difícil luchar con tanta bacteria sólo con
Ibuprofeno. Visita a urgencias
día de año nuevo, diagnóstico: Vías Altas Purulentas.
Mi diagnóstico: Mal de ojos (ya os diré porqué)